11/3/12

Nudos

El conocimiento humano se teje como una red, sobre la que lanzamos hechos (lo que observamos y vivimos), con al esperanza de que queden atrapados, comprensibles a nuestra mente.

Esta red se compone de una estructura y de un material. La estructura (los nudos, la disposición) es la filosofía, y la ciencia es el material, las cuerdas de nuestra red.

Ninguna de las dos tiene sentido sin la otra. Una ciencia sin una filosofía, son cuerdas que se enredan. Es conocimiento puro sin una razón para ser empleado, sin una manera de articularse o de actuar. Una filosofía sin ciencia, por otro lado, son razones para actuar sin medios para lograrlo.

La filosofía, recordemos, es imprescindible. Es, además, finita. Hay un momento en el cual todo el avance queda del lado de la ciencia (tenemos ya un nudo "perfecto"), y la filosofía no tiene nada más que decir.

No significa esto que el conocimiento filosófico tenga un límite, sino que hay un cierto momento a partir del cual, la propia filosofía se vuelve ciencia. Solamente una pequeña base sin evidencias es necesaria entonces: la que nos invite a investigar, y a buscar el conocimiento. Es posible lograr una estructura casi perfecta, y solo queda ampliar nuestras redes, y pescar el universo.

Necesitamos herramientas avanzadas, y razones para utilizarlas.

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