16/12/12

Películas

De alguna manera, todo  el mundo sigue el guión de una película. La mayor parte de los actos cotidianos no son sino actuaciones.

¿No te ha pasado nunca que todo el mundo sabía qué era lo siguiente que tenías que hacer? ¿Te puedes considerar libre, cuando todo el mundo puede predecir tus decisiones? ¿Como es posible que todos sepan lo que vas a hacer cuando aún no lo has decidido?

Simple: todos sabemos como suelen ser las películas. Donde están los giros de guión, donde se conmueve el hombre de hielo  y donde el hombre bueno saca fuerzas de la nada para luchar.

Sólo hay un problema: la vida no es una película.
Las decisiones no las escribió un guionista.
Tu libertad reside en pensar antes de elegir, no en amoldarte al guión anónimo.

Elige lo que creas correcto, no lo que sientas (te hayan enseñado a sentir) correcto.

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